Nuestra cadena
Nuestras experiencias con la venta y mercadotecnia de los servicios de hostelería nos han demostrado que la mayoría de los huéspedes prefiere pasar su estancia en hoteles pequeños y acogedores con servicios característicos, discretos y orientados personalmente.
El concepto del proyecto “Small Charming Hotels“ está basado en los criterios siguientes que debe cumplir el hotel y su personal:
- Localidad
- Carácter
- Hospitalidad
- Gastronomía
- Tranquilidad
- Encanto
La situación del hotel es uno de los factores claves del éxito. Esta afirmación vale sobre todo para hoteles pequeños. Un menor tamaño del hotel y servicios ofrecidos en la calidad de primera clase atraen actualmente a la mayoría de viajeros modernos con pensamiento independiente. El “Small Charming Hotel“ debería estar situado en el mismo centro del destino, sin embargo, en una calle tranquila, para que el huésped pueda llegar a pie al centro. Tal hotel es un oasis de la tranquilidad, apartado del ruido y tránsito de las calles y plazas animadas.
No hay encanto sin carácter. El carácter del hotel está determinado sobre todo por la arquitectura del edificio y su infraestructura. El huésped debe sentirse cómodo en el edificio del hotel. Las zonas comunes del hotel deberían estar al alcance y a la vez el huésped debería tener bastante privacidad. Un aspecto importante es el tamaño del edificio. Las experiencias nos han demostrado que la máxima capacidad correspondiente al estándar de hoteles donde se pueda mantener y desarrollar el carácter puro no supera 150 habitaciones.
El que puede influir directamente en la hospitalidad es el personal. Los huéspedes siempre tienen que sentirse bienvenidos en el hotel. Cada miembro del equipo hotelero debe manifestar su interés sincero por el bienestar del cliente. Cada huésped debe tener un trato individual con la comprensión de sus necesidades. El personal del hotel debe ser muy profesional: cordial y amistoso en una parte y muy discreto en la otra. Bajo el concepto de hospitalidad nos imaginamos: ser discreto pero no indiferente, cordial pero no impertinente, preciso pero amistoso. La atención dedicada al huésped empieza con el momento de su reserva y termina con el momento que abandone el edificio del hotel. ¡Cada estancia debe ser inolvidable! Este acercamiento al huésped distingue los “Small Charming Hotels“ de inmuebles más grandes, donde la atención a las necesidades individuales del huésped está limitada por el trato menos personal.
La gastronomía es un servicio muy importante que influye fuertemente en la opinión general del huésped sobre el hotel. Decisivo es el desayuno: el surtido, calidad y presentación de los platos y bebidas servidas más el servicio amistoso son una parte muy importante de nuestro concepto.
Nos dimos cuenta que la tranquilidad no es solamente antónimo de la palabra ruido. Significa posibilitar al huésped que pase su tiempo valioso en un ambiente tranquilo del hotel cerca del centro animado. La dirección del hotel debe crear una atmósfera tranquila de descanso en todo el edificio. Hay que prestar la atención debida a la creación del ambiente agradable y cómodo de la habitación del hotel. El huésped nunca se debe molestar por trabajos de reconstrucción en el edificio ni por el personal demasiado afanoso. El resultado de la organización perfecta y colaboración entre la dirección del hotel y el personal del hotel es la creación de esta atmósfera tranquila de descanso. El estrés de dirección nunca debe transmitirse al huésped.
En nuestro concepto, el encanto no tiene que significar lujo incondicional. El encanto es lo excepcional creado por la percepción atenta de las necesidades del cliente que se refleja en el arte de la hospitalidad. En combinación con la buena presentación del hotel, servicios ofrecidos y carácter forma la impresión positiva del huésped. El encanto se tiene que manifestar en la impresión general que el hotel da. Para la dirección del hotel y el personal es importante prestar atención a detalles. Los servicios básicos perfectos son naturales.